¿De dónde sacar tiempo para leer? "Desde el momento en que se plantea el problema del tiempo para leer, es que no se tienen ganas", nos dice Pennac, quizá con excesiva contundencia. E insiste: "Nadie tiene jamás tiempo para leer, la vida es un obstáculo permanente para la lectura. El tiempo para leer, al igual que el tiempo para amar, dilata el tiempo para vivir. ¿Quién tiene tiempo de estar enamorado? La lectura es como el amor, una manera de ser. El problema es si me regalo o no la dicha de ser lector". A esa tarea querríamos colaborar, querido padre, querida madre, a que usted se regale, para su próximo cumpleaños, o por Navidades, o para el solsticio de verano, o para abril, aguas mil y día del libro, o pida a alguien que le regale en lugar de una corbata, en lugar de un perfume, el placer de leer, ese que, seguro, un día lejano usted experimentó. Si quiere conseguir que su hijo lea, lo primero que tiene que hacer es leer usted.
José Antonio Marina y Marta de Válgoma, La magia de leer.
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